Un anillo que perteneció a Juana de Arco vuelve a Francia después de 600 años en Inglaterra

Un anillo que perteneció a Juana de Arco volvió el pasado viernes a Francia, después de pasar más de 600 años en territorio inglés. El anillo fue adquirido por la fundación Puy de Fou, que dirige un parque temático histórico, el pasado viernes en una casa de subastas londinense por 425.000$.

Según la historia que se conoce, durante el juicio inquisitorial que llevó a la hoguera a Juana en Rúan (territorio francés ocupado por ingleses en aquella época), ésta le entregó el anillo al cardenal inglés Henry Beaufort la víspera de su ejecución. Éste, se llevó consigo la joya a Inglaterra cuando finalmente Juana de Arco fue quemada viva en la hoguera acusada de brujería en 1431.

Casi 600 años después, la joya vuelve al país de su primera propietaria dotando a este momento de alto sentido simbólico para los franceses. El presidente de la fundación Puy de Fou, Nicolas de Villiers, comentaba a una cadena de televisión francesa que se trataba del «regreso glorioso de un tesoro francés».

Hecho en el 1400, el anillo de plata dorada devocional lleva la inscripción ‘IHS’ y ‘MAR’ de Jesús y de María. La joya coincide totalmente con la descripción que Santa Juana dio de un anillo, que le habían dado sus padres, durante el juicio que le llevó a la hoguera.

El anillo fue puesto a la venta por el hijo de James Hasson, un médico francés que llegó al Reino Unido con el General de Gaulle en la Segunda Guerra Mundial. El médico había comprado el anillo en una subasta en 1947 por 175 £. Inicialmente se estimó su valor entre 14.000$ y 20.000$, pero se vendió por casi 30 veces su valor inicial.

De joven campesina a comandante del ejército francés

Para los desconocedores de la historia de Juana de Arco, ésta fue una adolescente nacida en el seno de una familia campesina francesa que se convirtió en comandante del ejército francés que luchó contra las fuerzas invasoras inglesas. Todo esto, según la historia, por mandato divino.

Fue ella la que consiguió que el heredero al trono Carlos fuera coronado rey de Francia, poniendo fin a la guerra de los cien años. Después de varias gestas que la convirtieron en toda una leyenda, fue capturada por las fuerzas inglesas y juzgada por un tribunal de la inquisición.

Éste la condeno a la hoguera por herejía y brujería, en un intento por desprestigiar públicamente el ascenso al trono de Carlos ayudado por una bruja. Varios años después de ser quemada viva, las acusaciones se retiraron y la Iglesia Católica la elevó a los altares convirtiéndola en santa. Francia entonces la proclamó su patrona.